domingo, 15 de octubre de 2023

Mc 2,1

 Entró de nuevo en Cafarnaún y, pasados unos días, se supo que estaba en casa.

Terminada la gira por Galilea, vuelve Jesús a Cafarnaún, ciudad de la que había salido para ampliar el ámbito de la proclamación (1,35.38). Debido a la marginación que sufre tras la curación del leproso (1,45b), entra en la ciudad sin que se advierta. Hasta unos días después no empieza a saberse de su vuelta.

La frase <<que estaba en casa>> no indica de quién es la casa, pero el texto da pistas que permiten determinarlo.

Los datos que ofrece el texto son los siguientes: Como en español, la locución <<en casa>> tiene sentido determinado y, al mismo tiempo, una connotación posesiva (<<a casa>> = <<a mi casa>>); en otras palabras, al decir <<está en casa>> se supone la casa de alguien; el texto no precisa a quién pertenece: puede ser la de Jesús o la de los que transmiten la noticia (<<se supo>>, lit. <<se oyó>>).

La locución, en las formas <<en/a casa>> se encuentra cuatro veces en el evangelio (2,1: <<en casa>>; 3,20; 7,17 y 9,28: <<a casa>>). Lo notable es que esta casa determinada no se sitúa siempre en el mismo lugar: en 2,1 está en Cafarnaún; en 9,28, por ejemplo, está en otro lugar, pues poco después llega Jesús a Cafarnaún (9,33a). Esta contradicción, que una casa determinada no se encuentre siempre en el mismo sitio, indica que, en estas expresiones, <<casa>> tiene un sentido particular, que hay que determinar.

En 2,1, la <<casa>> es el lugar donde la gente <<se congrega>>, verbo que, en griego, está emparentado con <<sinagoga>> ( = congregación, reunión>>, nota fil.), y donde Jesús <<expone el mensaje>> (v.2; cf. 1,33 Lect.).

Por otra parte, en esa <<casa>>, donde está Jesús, hay algunos letrados <<sentados>> (v.6). Es un dato narrativamente superfluo y, además, incongruente, pues ni de la gente ni del mismo Jesús, que expone el mensaje, se dice que lo estén; por otra parte, resulta imposible que unos letrados estén sentados en la casa de Jesús, considerado por ellos un <<impuro>>.

Se explica, en cambio, este dato textual si se tiene en cuenta que el verbo <<estar sentado>> significa también <<estar asentado/instalado/fijo>>, significado que descubre conexiones con el contexto precedente. Por una parte, la única mención anterior de los letrados los ponía en relación con la sinagoga, donde ejercen su enseñanza (1,22). Sería, pues, la sinagoga el lugar propio para que los letrados fuesen considerados <<fijos>> o <<estables>>. Por otra parte, la conexión de la <<casa>> con la sinagoga aparece también por uso del verbo <<congregarse>>, como acaba de verse.

Resumiendo estos datos, resulta que la <<casa>> donde está Jesús es un lugar al que la gente acude como a la sinagoga y donde, como en ella, están instalados algunos letrados. No puede tratarse, por lo tanto, de la casa de Jesús.

Excluida esta posibilidad, hay que concluir que se trata de la casa de los que comunican y reciben la noticia de la presencia de Jesús en la ciudad, es decir, de la población israelita de Cafarnaún. Es así la casa de todos, no la de un individuo particular.

Este conjunto de datos delinea ya el sentido de la <<casa>>. La casa común de todos los israelitas de Cafarnaún, en relación con la sinagoga y donde están instalados algunos letrados, podría interpretarse como figura de la sinagoga misma. Sin embargo, el empleo del término <<casa>>, de significado más amplio que <<sinagoga>> señala la existencia de un matiz particular. Además, hay que notar que en la sinagoga Jesús <<entra>> (1,21b) y de ella <<sale>> (1,29), mientras en esta casa <<está>>, verbo que denota una situación permanente.

Ahora bien: la única acepción de <<casa>> conocida de todos, relacionable con sinagoga y que puede incorporar los datos obtenidos es la expresión metafórica <<la casa de Israel>>; ésta puede ser considerada como propia por todos los israelitas, en ella <<está>> Jesús, allí <<se congregan>> muchos y <<están instalados>> los letrados.

Sin embargo, el hecho de que esté localizada en Cafarnaún y que en ella estén instalados no todos los letrados, sino <<algunos de ellos>> (v. 6), indica que esta <<casa de Israel>> no representa al Israel institucional en su totalidad, sino al de Cafarnaún o, mejor, al de Galilea, cuya capital para Mc es Cafarnaún; aparece así esta <<casa de Israel>> como un compendio de toda Galilea, en cuyas sinagogas ha estado proclamando Jesús. Puede decirse, por tanto, que la casa de Cafarnaún representa a la comunidad israelita de Galilea que, a través de los letrados, es adoctrinada en la Ley, y que no incluye a los círculos de Jerusalén. La proclamación hecha antes en las sinagogas de toda Galilea (1,39) se completa ahora con la exposición del mensaje, el de la universalidad del Reino.

LA BIBLIA

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