Mc 12,13
Estratagema de los dirigentes para desacreditar a Jesús. Envían fariseos (observantes de la Ley) y partidarios de Herodes (3,6; 8,15; cf. 6,2n (13). Adulación, para que se le vaya la lengua, y pregunta comprometedora, presentada como escrúpulo de conciencia: pagar el tributo, señal de sumisión; la respuesta afirmativa (acatamiento al César, posición de los herodianos) produciría el descrédito ante el pueblo, contrario al régimen romano; la negativa (declaración de rebeldía, ideología farisea y zelota) provocaría la detención de Jesús por parte de la autoridad romana (14).
Tentación de poder (1,13): si Jesús quiere conservar su prestigio ante el pueblo (11,18; 12,12) tiene que dar respuesta negativa, dispuesto a acaudillar un movimiento nacionalista (cf. 1,24.34; 11,9s) (15). La moneda, propiedad del César (efigie y leyenda); el dominio político, basado sobre la dependencia económica; aceptar el dinero significa reconocer la soberanía (16). Respuesta de Jesús: cambia «pagar» (14) por devolver; objetivo de los dirigentes, su propio lucro: pretenden rebelarse contra el dominio del César despojándolo de su dinero, como se han rebelado contra Dios despojándolo de su pueblo (12,2ss). Pero ese dinero no pertenece a Israel ni debe permanecer en Israel; rechazándolo, dejarán de reconocer al César como señor y no tendrán que pagarle el tributo; la verdadera esclavitud de los dirigentes no es al César, sino al dinero. Deben romper con el César renunciando a la dependencia económica y al beneficio que de ella obtienen; y ser fieles a Dios, renunciando a explotar al pueblo en beneficio propio (11 ,17). Sorpresa ante la respuesta (16-17).
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