sábado, 13 de julio de 2024

Mc 14,32-42

 

Mc 14,32a

Llegan a Getsemaní, todavía no al Monte de los olivos (14,26) (32). Oración de Jesús e insolidaridad de los discípulos. Los tres que habían sido testigos del poder de Jesús sobre la muerte (5,37) y de su victoria sobre ella (9,2ss); debían estar preparados para aceptar la muerte de Jesús y hacerla suya (32-33). Me muero de tristeza (lit, «tristísima está mi alma, hasta la muerte»), cf, Sal 42,5.11; 43,5. La angustia se debe a que Israel va a rechazar a un Mesías que muere (cf. 15,29-32) y va a condenarse a la destrucción (cf. 12,9); amor a Israel (cf. 3,13) (34). Este trago o prueba (lit. «esta copa», cf. 10, 38; 14,23); tentación de Jesús, deseo de una intervención divina de poder que cambie la situación, pero acepta desde el principio lo que el Padre decida. La muerte de Jesús va a ser la revelación de la debilidad de Dios; su amor al hombre está a merced de la libertad humana; ante el rechazo de Israel, Dios queda impotente; sin embargo, es el único plan posible, y Jesús lo acepta (35-36). Falta de respuesta de los discípulos; dormir, no estar dispuestos a la entrega; manteneos despiertos, el mandamiento (13,34.37); deben asociarse a su oración para vencer la misma tentación. El espíritu es animoso, posible alusión a las bravatas de Pedro (14; 29.31) (37-38). No podían mantener los ojos abiertos, incomprensión (6,54; 8,25; cf. Éx 8,15.32; 9,7.34; 1 Sm 3,2) (40). El Hombre va a ser entregado, cf. 9,31 (41).    

No hay comentarios:

Publicar un comentario

APÉNDICES - MARCOS

El final abrupto de Mc y la omisión de toda aparición del Resucitado a sus discípulos dio pie, ya en el siglo II, a la adición de apéndices ...