<<... pues al que produce se le dará, pero al que no produce le quitarán hasta lo que había recibido>>.
Este dicho de Jesús es un proverbio que aparece en diferentes contextos (cf. Mt 13,12; 25,29); en este pasaje se aplica al fruto. Jesús estimula a los suyos a la responsabilidad. No basta un actitud meramente receptiva; hay que colaborar con el mensaje para hacerlo fructificar. Del plural del dicho precedente (<<la medida que llenéis>>) pasa al singular, para subrayar la responsabilidad de cada uno en su propio desarrollo.
Empieza con el aspecto positivo, resumiendo lo dicho anteriormente. <<Producir>> (lit. <<tener>> porque se ha producido, equivale al primer miembro, <<llenar una medida>> del dicho anterior, y está en relación con la tierra buena (v. 20); <<se le dará>> subsume los dos miembros siguientes: <<la llenarán para vosotros, y con creces>>.
La segunda parte del versículo es una seria advertencia sobre las consecuencias de la falta de asimilación y práctica del mensaje. El verbo <<quitar>> aparecía en el v. 15, donde era la ideología del poder (<<Satanás>>) la que arrebataba al hombre el mensaje sembrado en él (4,15 Lect.). También el miedo o la ambición (4,16-18) impiden el fruto. La situación del que no produce llega a ser la misma que la del que no ha aceptado el mensaje: se queda sin nada (<<le quitarán>>, cf. 4,15). Los tres primeros casos de la parábola tienen el mismo final: perder el mensaje recibido.
Existe una clara relación entre el final y el principio de este aparte de Jesús con sus seguidores: en 4,11 se hablaba de un conocer (<<se os ha comunicado el secreto del reino de Dios>>); en 4,24s, de practicar lo que se conoce, para obtener el fruto que es capaz de producir. Los seguidores de Jesús <<han recibido>> el secreto del amor sin límites de Dios y han conocido el mensaje que lo formula; cada uno es responsable del fruto de ese don.
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