domingo, 10 de diciembre de 2023

Mc 4,26-27

 Y siguió diciendo; <<Así es el reinado de Dios, como cuando un hombre ha lanzado la semilla en la tierra: duerma o esté despierto, de noche o de día, la semilla germina y va creciendo sin que él sepa cómo>>.

Comienza la parábola mencionando el hecho habitual (<<como cuando>>) de una siembra ya efectuada. El sujeto que ha realizado la siembra no está determinado, puede ser <<un hombre>> cualquiera; pero su actividad no se formula como <<sembrar>>, sino con un término no técnico: <<echar/lanzar>>, que indica una siembra <<a voleo>>, para que la semilla llegue a todas partes.

Se menciona por primera vez <<la semilla>>, que, según la explicación de la parábola del sembrador, se identifica con el mensaje (4,14). Su difusión no es exclusiva de Jesús, toca también a sus seguidores (3,14; 4,21s).

La semilla se echa <<en la tierra>>. Esta locución, que ha aparecido antes en boca de Jesús para designar el ámbito universal de la autoridad del Hombre (2,10 Lect.), conserva en la parábola su denotación universal. El mensaje está destinado a toda la humanidad. Se rompe con esto el particularismo de Israel acerca de los llamados al reino de Dios.

Respecto a la semilla, la actividad del hombre se limita a sembrarla. Él continúa su vida (<<duerme y está despierto>>) sin intervenir para nada en el proceso de crecimiento. Espera el momento de la cosecha.

El proceso vital de la semilla/mensaje se describe con dos verbos <<germina y va creciendo>>. Comparando este proceso con el descrito en la parábola del sembrador (4,20), se aprecian las siguientes correspondencias:

(v. 20) <<los que se han sembrado en la tierra buena>> - (v. 26) <<echa la semilla en la tierra>>;

(v. 20) <<siguen escuchando el mensaje>> - (v. 27) <<germina>>;

(v. 20) <<lo van haciendo suyo>> - (v. 27) <<va creciendo>>.

En la explicación de la parábola del sembrador se atribuía la actividad a sujetos humanos (4,20); en esta parábola se atribuye a la semilla/mensaje (4,26). Esto muestra que hombre y mensaje se van identificando (4,20: <<lo hacen suyo>>) y que el mensaje lleva al hombre a desarrollar sus potencialidades.

El proceso escapa al conocimiento del que ha sembrado (<<sin que él sepa cómo>>); el sembrador no puede atribuirse el crecimiento ni contribuir a él. En cada individuo, la asimilación al mensaje es un proceso íntimo y personal en el que nadie puede intervenir.

LA BIBLIA

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