lunes, 1 de enero de 2024

Mc 5,9-10

 Entonces le preguntó: <<¿Cómo te llamas?>> Le respondió: <<Me llamo Legión, porque somos muchos>>. Y le rogaba con insistencia que no los enviase fuera del país.

La orden de Jesús no se cumple al momento; el espíritu inmundo no abandona al hombre, sino que éste protestas, mostrando su resistencia a cambiar de actitud. En realidad, la pregunta por la identidad (<<¿Cómo te llamas?>>) es un recurso literario del evangelista para exponer la clase de fuerza que oprime y deshumaniza al geraseno.

De hecho, es la única vez que Jesús pregunta su nombre a un poseído, y esto ocurre en territorio pagano. En ambiente judío, la índole del <<espíritu inmundo>> era patente: el fanatismo nacionalista y xenófobo (1,23 Lect.). Con la respuesta del geraseno Mc va a determinar la índole del espíritu entre los oprimidos por la sociedad pagana.

La pregunta de Jesús enlaza narrativamente con el conjuro del hombre. Jesús pregunta, pues, por el nombre del individuo; sin embargo, al estar colocada la pregunta inmediatamente después de la mención del espíritu inmundo, el nombre es también el del espíritu. En la expresión <<me llamo>> se funden hombre y espíritu.

El inesperado nombre <<Legión>>, designación de las unidades de élite del ejército romano, denota una multitud organizada con fines guerreros; es decir, el espíritu de violencia se encuentra en muchos, los unifica y les señala el objetivo; representa el deseo de los esclavos de organizar una lucha armada para conquistar la libertad. La <<legión>> es una unidad (v. 7: <<¿Qué tienes tú contra mí?>>) formada por muchas individualidades; de hecho, el inciso <<porque somos muchos>>, presenta a este individuo como representante de una clase, la de los esclavos u oprimidos, animados del mismo espíritu de rebeldía y de revancha, que buscan en Jesús un líder. No quieren renunciar a ese espíritu, que, aunque los tiene reducidos al estado de fieras salvajes y los lleva a la destrucción por el fracaso de sus tentativas, alimenta la vana esperanza de victoria sobre los opresores. Profesan la misma violencia que sus dueños.

El uso de un término militar tan característico de los romanos (<<Legión>>) para designar no sólo al hombre, sino también a los espíritus inmundos que lo poseen, relaciona al ejército romano con estos espíritus. Mc denuncia así la perversidad de la dominación romana: es Roma la que, con su poderío militar, impone, en los países que ocupa, un sistema económico basado en la esclavitud, como el que oprime al geraseno. Además, con el nombre <<legión>> dado a los espíritus, señala que la violencia que anima al geraseno, del mismo género que la del ejército romano, surge como respuesta a ella. La violencia del oprimido en su reacción a la que ejerce el opresor.

Al final, el poseído depone su protesta (<<le rogaba>>) y acepta la renuncia que le pide Jesús; por eso, desde este momento va a distinguirse el sujeto humano de los espíritus que lo poseían. Con todo, el hombre, que ve en el Dios Altísimo el de la antigua alianza, quiere excluir absolutamente (<<con insistencia>>) un modo determinado de efectuar la liberación: se opone a que ésta consista en un éxodo como el que sacó a los hebreos que eran esclavos en Egipto (Éx 14,3); los esclavos de Gerasa quieren ser libres en su propio país.

LA BIBLIA

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