Fue a su tierra, seguido de sus discípulos.
Aunque Mc ha mencionado antes la aldea de Nazaret como lugar de origen de Jesús (1,9), aquí no la nombra, sino que utiliza la expresión más vaga <<su tierra>> o <<su patria>>, que permite una ampliación de sentido. De este modo, la expresión pasa a designar un ámbito más vasto, el que contiene el entramado de relaciones sociales, familiares y étnicas que ha constituido el ambiente donde se ha desarrollado la vida y actividad de Jesús. Así, con la expresión <<su tierra>> sintetiza Mc la región de Galilea. <<Ir a su tierra>> significa, pues, que Jesús, por propia iniciativa (al contrario que en 5,22s.25ss), va a tomar contacto con ciertos círculos de esa región.
En el texto griego se usa el presente histórico (lit.: <<va a su tierra, y lo siguen sus discípulos>>), indicio de que lo que va a describirse en la perícopa, el fracaso de Jesús con los fieles de la institución religiosa judía, continúa para sus seguidores en la época del evangelista.
Jesús ha terminado su labor en Galilea: después de su proclama inicial sobre la cercanía del reinado de Dios (1,14-15) y de la invitación a Israel, concretada en la llamada de los primeros discípulos (1,16-21a), con su enseñanza en la sinagoga de Cafarnaún sacudió la inercia religiosa, ocasionando el descrédito de los maestros oficiales (1,22); ha abierto el Reino a los marginados por la religión judía (1,40-45), derribando la barrera de los puro e impuro y desafiando la doctrina oficial sobre el perdón de los pecados (2,5); ha anunciado una nueva alianza basada en la libertad y el amor (2,18-22); con peligro de su vida, se ha enfrentado al legalismo fariseo, urgiendo a los fieles de la sinagoga a emanciparse de él (2,23-3,7a); ante el rechazo institucional, ha fundado un Israel alternativo (3,13-19); no se ha arredrado ante el ataque de los letrados de Jerusalén (3,22-30); ha expuesto en parábolas el secreto del Reino, el amor universal de Dios, y ha ofrecido nueva vida a los oprimidos por la institución religiosa (5,21-24a.35-6,1). Ha propuesto por entero su alternativa de salvación para Israel.
Los oprimidos del pueblo han encontrado en él una esperanza; los excluidos y los marginados por el sistema religioso, que no reciben el influjo de los letrados, están con él. Queda el sector de los judíos practicantes, sometidos a la institución. Ahora va Jesús a exponerles todo su mensaje y programa, esperando que opten por él y abandonen el sistema que los priva de vida.
Va a <<su tierra>> seguido por sus discípulos, como fue la primera vez a Cafarnaún (1,21a); luego enseñará en la sinagoga, como en aquella ocasión (1,22), y también ahora los discípulos desaparecerán de la escena. Mc establece, pues, un estrecho paralelo entre este final de la actividad de Jesús con los fieles al sistema religioso y el inicio de ella. Su actividad en la sinagoga empezó con optimismo; va a cerrarse con un fracaso rotundo.
Desde la llamada inicial de las dos parejas de hermanos (1,16-21a) es la primera vez que se dice que sus discípulos siguen a Jesús. En aquella ocasión, el seguimiento no implicaba que hubiesen comprendido el sentido de la invitación de Jesús a la pesca de hombres. Tampoco en ésta el hecho de seguirlo implica sin más que estén plenamente con Jesús (3,14), demuestra sólo que ven en él su líder indiscutible.
De hecho, el grupo no ha asimilado el mensaje universalista expuesto en las parábolas (4,34), como lo ha demostrado el episodio de la tempestad (4,35-5,1). Han dado la adhesión a la persona de Jesús, pero aún no a su mensaje.
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