Luego le aplicó otra vez las manos a los ojos; entonces fijó la mirada y quedó restablecido, distinguiéndolo todo con claridad.
La segunda aplicación de manos de Jesús lleva al ciego a una visión completa y a quedar libre de su incapacidad. En primer lugar, el antes ciego mira fijamente y así <<queda restablecido>>. Como en el caso del hombre del brazo atrofiado (3,5), este verbo indica la restauración de la integridad de la persona; ahora puede darse cuenta de la realidad.
La nueva situación se describe como <<distinguirlo todo con claridad>>, mucho más allá de lo que implicaba la pregunta inicial de Jesús: <<¿Ves algo>>?. Ahora, el objeto de la visión no está limitado, los discípulos pueden ver el plan salvador de Dios y reconocer los signos mesiánicos que ha dado Jesús en los episodios de los panes, signos que incluyen el mensaje de la universalidad.
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