Tenían además unos pocos pececillos y, dando gracias, dijo que los sirvieran también. Comieron y se saciaron; y recogieron los trozos sobrantes: siete espuertas.
El paralelo entre la anterior pregunta de Jesús: <<¿Cuántos panes tenéis?>>, y la frase añadida por el narrador: <<Tenían además>>, indica que los dueños de los peces eran los discípulos. El uso del término <<pececillos>>, el hecho de que Jesús no los coja como había hecho con los siete panes, número simbólico de la totalidad, la nueva acción de gracias, que los separa de los panes, y, finalmente, el que no los parta (sí los peces en 6,41), son datos textuales que señalan el carácter secundario de esta añadidura (cf. 6,38.41.43, <<[dos] peces>>). Pero la mención de los peces, aun fuera del número siete, era necesaria para subrayar la igualdad de los éxodos judío y pagano.
Jesús <<dijo>>, evidentemente a los discípulos, <<que los sirvieran también>>. Como en el reparto anterior (6,41), los peces se distribuyen separadamente; hay un doble servicio, de pan y de peces.
La multitud, que estaba caracterizada como gente que <<no tenían que comer>> (vv. 1.2), ya lo tienen; el compartir ha creado la abundancia. En el reparto anterior se decía que <<comieron todos>> (6,42); aquí simplemente que <<comieron>>. A partir de este momento cesa el uso del término <<multitud>> (vv. 1.2.6 bis), y los verbos se presentan en plural.
El verbo <<se saciaron>>, usado por Jesús para <<los hijos>> en el episodio de la sirofenicia (7,27) muestra que los excluidos de Israel no han de comer sólo las migajas; tienen derecho al mismo manjar y a la misma dignidad que los judíos, están destinados a la misma plenitud de vida (6,42 Lect.).
De este modo hace ver Jesús a los discípulos que existe un éxodo liberador para los paganos igual al de Israel pero independiente de él; que es posible <<saciar>> a la multitud en un despoblado, es decir, fuera del ámbito de la sociedad judía.
Como en la ocasión anterior (6,42), la misma multitud que ha comido y se ha saciado recoge lo que ha sobrado de los panes; no se dice nada de los peces, mencionados antes sólo para poner en paralelo los dos repartos. El término <<los trozos sobrantes>> indica directamente la abundancia; en el primer reparto se sugería al hablar de <<cestos llenos>> (6,43).
Como en el primer reparto, <<recoger los trozos>> implica que no los guarda cada un para sí (previsión egoísta) y que no permiten que se desperdicie el pan, figura del mensaje de Jesús; con esto los comensales muestran su aceptación del mensaje que él les ha transmitido con su acción y expresan que, fieles a ese mensaje, se comprometen a seguir compartiendo.
Las siete <<espuertas>> (recipiente usado en territorio helenístico), que se corresponden con los siete panes, miran a los <<setenta pueblos>> de la tierra, según la idea de los judíos de aquel tiempo. Es decir, compartiendo de este modo se saciaría el hambre de toda la humanidad, todos los hombres tendrían vida, y todas sus aspiraciones quedarían satisfechas (<<se saciaron>>).
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