Se sentó enfrente de la Sala de Tesoro...
Una vez terminada la controversia con los dirigentes (11,27b-12.27), denunciada la incoherencia de la doctrina de los letrados sobre el Mesías (12,35-37) y la hipocresía de ciertos letrados (12,38-40), Jesús se sienta frente a la Sala del Tesoro, punto neurálgico del templo explotador.
La mención del tesoro pone en evidencia la dimensión económica del templo, con la que Jesús se había enfrentado expulsando a los mercadores y compradores (11,15) y denunciándolo como "una cueva de bandidos" (11,17). Por tanto, como en los otros dos casos en que aparece (11,2 y 13,3), la preposición enfrente de tiene sentido hostil, por lo que la posición que adopta Jesús (se sentó) lo presenta como antagonista permanente del tesoro, lugar que almacena el expolio hecho al pueblo por los dirigentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario