<<¡Y vosotros, cuidado!, os lo he predicho todo>>.
La unidad termina con nuevo aviso de Jesús a los discípulos (¡cuidado!), que supone un posible peligro. Enlaza con las dos exhortaciones anteriores (14b: "entonces"; 21: "y entonces"), es decir, el peligro consiste en que no emprendan la huida o en que se dejen engañar por los impostores.
La última frase es trágica (os lo he predicho todo): la predicción ha sido completa, esto y nada más que esto es lo que va a suceder: no habrá señal salvadora, como ellos esperaban, solamente ruina. Pero el desastre no es un castigo divino, su causa es la infidelidad de Israel, que desencadena un proceso histórico irreversible.
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