domingo, 23 de junio de 2024

Mc 14,1a

 A los dos días se celebraba la Pascua y los Ázimos.

El último período de la vida de Jesús se abre en Mc con un dato cronológico: A los dos días... La construcción temporal que emplea el evangelista (gr. meta dyo hêmeras) es paralela a la que ha usado en los tres anuncios de la pasión y muerte de Jesús para indicar el momento de la resurrección (8,31; 9,31; 10,34: "a los tres días" [meta treis hêmeras]) y a la que establece el tiempo en que tuvo lugar la transfiguración (9,2: "A los seis días" [meta hêmeras hex]). Con estos paralelos, es posible que Mc pretenda hacer recordar al lector, en el momento en que los dirigentes están tramando la muerte de Jesús, el destino final que aguarda a éste: la resurrección y la glorificación.

Por primera vez en este evangelio se menciona la Pascua, la fiesta de la liberación de Egipto, que, originariamente, era distinta de la fiesta de los Ázimos. El término <<Pascua>> designa en este pasaje el día de la fiesta, pero también la cena pascual (14,16) y el cordero mismo que se comía en ella (14,12bis.14).

La "fiesta de los [panes] Ázimos" o sin levadura se celebraba en recuerdo de la prisa con que los israelitas tuvieron que abandonar Egipto y de la salida de la esclavitud. Propiamente dicho, comenzaba el día siguiente a la Pascua (cf. Josefo, Antiq. III, x,5), pero como la prohibición del pan fermentado empezaba con la Pascua, al atardecer del 14 de Nisán, podían unirse las dos fiestas, que, juntas, duraban siete días, del 15 al 21 del mes de Nisan (2Cr 35,17) y que se llamaban, indistintamente, "fiesta de los Ázimos" (Antiq. IX, XIII, 3) o "Pascua" (Antiq. XVII, IX, 3).

Esta mención de la Pascua domina toda la narración que sigue, hasta la muerte y sepultura de Jesús (cf. 15,42: "Caída ya la tarde" marca las horas finales del día de Pascua). La pasión y muerte de Jesús queda enmarcada así en la fiesta de la liberación de Israel; a la pascua judía, él opondrá su propia Pascua (14,22-24). De hecho, fuera de 14,1, Mc no volverá a mencionar el día de Pascua. Aunque anuncia la proximidad de la pascua judía (14,1), su atención no está centrada en ella, sino en la nueva Pascua de Jesús. La antigua, sustituida por la nueva, ha dejado, para Mc, de existir.

La Pascua, en paralelo con los Ázimos, significa la cena pascual, como aparece en 14,12: "el primer día de los Ázimos", que es el de la comida del cordero.

LA BIBLIA

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