Apartándose de nuevo, oró repitiendo las mismas palabras.
Jesús vuelve a apartarse de los tres discípulos para orar. Su oración continúa. Esto indica que la tentación persiste y que no le es fácil aceptar el designio del Padre. Sigue orando con las mismas palabras de antes para reforzar esta aceptación y poder vencer así la tentación de forma definitiva.
Mc presenta en esta escena un Jesús tremendamente humano, que se angustia ante la muerte y se agarra a Dios para poder afrontarla. Hasta ahora el evangelista se ha centrado fundamentalmente en la presentación del mensaje de Jesús y de su actividad liberadora; ahora quiere hacernos ver otras facetas de su condición humana: su debilidad en el momento de la prueba y su confianza en Dios ante ella. El lector se siente así cercano a este Jesús débil, que le resulta tan familiar, e invitado a comportarse como él en los momentos de dificultad.
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