<<¡Levantaos, vamos, que está cerca el que me entrega!>>
Después de su oración, Jesús se muestra resuelto; afronta su destino sin vacilar. No se interrumpe la lógica de la historia. Invita a los discípulos, sin duda a todos, a acompañarlo (¡Levantaos, vamos!), a asociarse a su entrega. Aunque ahora fallen, esta invitación vale para el futuro.
Con su detención y muerte cercanas (está cerca el que me entrega) los enemigos de Jesús pretenden impedir la llegada del reinado de Dios que "está cerca" (1,15). Si en apariencia las dos cercanías parecen opuestas, en el fondo coinciden. El reinado de Dios se realizará a través de la muerte de Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario