miércoles, 1 de noviembre de 2023

Mc 2,23b

 ... y sus discípulos empezaron a abrir camino arrancando espigas.

El sujeto <<sus discípulos>> remite a los dos episodios anteriores. En primer lugar, a 2,15, donde esta denominación aparece por primera vez y designa a los seguidores de Jesús que proceden del judaísmo; en segundo lugar, a 2,18.19, donde Jesús los ha llamado <<los amigos del novio/esposo>>, los que, unidos a él por el vínculo de la amistad, gozan de libertad plena.

La escena está dominada por la anterior mención del sábado, que implica el precepto del descanso. Dentro de ese contexto, los discípulos arrancan espigas espontáneamente, no imitando a Jesús ni siendo aleccionados por él. Mc no aduce razón alguna para justificar la acción.

En lugar del verbo simple <<caminar>>, usa Mc la perífrasis <<hacer/abrir camino>>. La frase <<empezaron a hacer/abrir camino>> alude así al <<camino>> del Mesías (1,2); los discípulos empiezan a actuar como Jesús, a seguirlo. Pero, al mismo tiempo, el uso de la forma activa <<hacer/abrir camino>>, en lugar de <<hacerse/abrirse camino>>, los muestra como pioneros en relación con los discípulos que se añadan al grupo. El camino es un éxodo (1,2 Lect.) fuera de la sociedad e instituciones judías (1,5; 1,13 Lect.) y <<abren camino>> de modo particular, <<arrancando espigas>>. No se trata, pues, de una inadvertencia, sino de un acto deliberado.

No sólo omite Mc las razones de este proceder (Mt 12,1 y Lc 6,1, el hambre), sino también su lógica finalidad, comer el grano. Ambas omisiones concentran la atención sobre la acción de arrancar espigas, que, desde el punto de vista fariseo, constituía una transgresión de la Ley.

La tranquila iniciativa de los discípulos, que actúan sin contar con Jesús, y el enfoque exclusivo sobre la acción prohibida, demuestra la indiferencia que reinaba entre los seguidores israelitas respecto a las doctrinas fariseas, que eran las oficiales en la sinagoga. La acción de los discípulos revela su libertad.

La ausencia de motivo que justifique la acción resalta aún más al compararla con la acción de David que se relata a continuación (v. 25), donde Mc menciona dos veces el motivo: <<tuvo necesidad y sintió hambre>>. La omisión de todo motivo en el caso de los discípulos y el acento sobre él en el de David manifiestan que la intención de Mc es oponer dos procederes: el de los que obran por razón de su libertad (los discípulos) y el del que lo hace movido por la necesidad (David).

Quien ha seguido hasta este punto el relato evangélico puede apreciar que la libertad de los discípulos cuadra con la lógica del evangelista: Jesús había curado en sábado (1,31), había tocado al leproso, contra el mandato expreso de la Ley (1,41), ha actuado en contra de la doctrina oficial sobre el perdón de los pecados (2,5), ha invitado a un recaudador a formar parte de su círculo (2,14), ha comido en compañía de indeseables (2,15). En particular, ha aludido a una alianza nueva y mostrado la incompatibilidad del Reino con las instituciones judías (2,21-22: <<el manto pasado, los odres viejos). La libertad de Jesús frente a lo establecido empieza a calar en los discípulos; se van liberando del rigorismo con que se interpretaba la Ley y de la casuística farisea, aun a riesgo de ser tachados de inobservantes.

LA BIBLIA

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