Una enorme muchedumbre procedente de Galilea, de Judea y de Jerusalén, de Idumea, Transjordania y las comarcas de Tiro y Sidón, una muchedumbre enorme que se había ido enterando de todo lo que hacía, acudió a él.
El impacto que Jesús causa en la gente es cada vez mayor. El texto nota que no se debe a su enseñanza o a su doctrina, sino a su obrar (<<lo que hacía>>); Jesús no propone un mensaje liberador teórico o relegado a un futuro más o menos próximo o que deba ser puesto en práctica por sus seguidores: en cada momento su actividad traduce en obras su mensaje.
Por tercera vez aparece la frase <<acudir a él>> (1,45; 2,13; 3,8), y en las tres ocasiones representa la respuesta a un mensaje universalista.
En este caso la reacción popular se produce no sólo en el país judío, sino también en regiones paganas fronterizas. En efecto, la muchedumbre procede de Galilea, donde está Jesús, y de la provincia meridional, Judea, incluida la capital, Jerusalén; pero, además, de las regiones paganas del sur (Idumea), del este (Transjordania) y del noroeste (Tiro y Sidón). La mención de siete nombres de regiones o ciudades señala la universalidad de la concurrencia. La precedencia de las regiones judías en la enumeración indica que la iniciativa de éstas ha arrastrado a los paganos circunvecinos.
La repetición <<una enorme muchedumbre - una muchedumbre enorme>>, que encuadra la enumeración de regiones, indica el gran eco de lo que viene haciendo Jesús. De hecho, judíos y paganos han comprendido que si Jesús arriesga su propia vida por liberar al hombre de una institución que oprime en nombre de Dios (cf. 3,6), es que no tolera opresión de ningún signo. De ahí la respuesta unánime. Se insinúa con esto que la <<enorme muchedumbre>> judía y pagana está compuesta por gentes que desean sacudirse el yugo de la opresión. El anhelo común de salir de esa situación ha derribado las barreras raciales, nacionales y religiosas.
En particular, la afluencia de paganos muestra que éstos no ven en Jesús un defensor del exclusivismo y nacionalismo judío, cuyo exponente era el legalismo con el que Jesús acaba de romper. Pueden acercarse a él sin miedo a imposiciones o marginaciones. Judíos y paganos ven en Jesús al hombre libre de prejuicios de cualquier índole y solidario con los oprimidos; puede ser el liberador que esperan.
Por otra parte, la repetida expresión <<una muchedumbre enorme - una enorme muchedumbre>>, que encuadra la enumeración de regiones, alude a Ez 47,10 LXX: <<Y se pondrán allí pescadores ... y sus peces (los del río) serán como los peces del océano, una muchedumbre grandísima>>.
En el texto de Ezequiel se promete un manantial que saldrá del templo (Jerusalén) y se irá convirtiendo en río caudaloso que <<fluye hasta Galilea oriental (47,8 LXX), baja hasta Arabia (país pagano) y desemboca en el mar, sanando las aguas; y toda criatura que vive y se mueve, a la que llegue el río, tendrá vida; habrá allí muchísimos peces, porque llega allí esta agua, y sanarán y tendrán vida; porque todo aquello a lo que llegue el río tendrá vida>>.
Al describir el movimiento de la muchedumbre en dirección a Jesús cambia Mc el itinerario de la descripción simbólica de Ezequiel. No es del templo, símbolo supremo de la religión judía, de donde sale el manantial que da vida, sino de Jesús, y la primera privilegiada no es Jerusalén, sino Galilea (cf. Is 8,23b). Jesús dará vida a los que se acerquen a él y le den su adhesión.
A este mismo texto aludía la invitación de Jesús a Simón y Andrés a ser <<pescadores de hombres>> (1,17; Ez 478,10 LXX: <<y se pondrán allí pescadores>>). Se precisa ahora qué clase de hombres habrán de pescar: la misión de los discípulos, como la de Jesús, no va a limitarse a Israel; incluirá también a los paganos y se dirigirá en particular a los oprimidos de todas las naciones.
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