sábado, 3 de febrero de 2024

Mc 6,26-28

 El rey se entristeció mucho, pero, debido a los juramentos hechos ante los convidados, no quiso desairarla. El rey mandó inmediatamente un guardia personal, con orden de que le llevara la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, llevó la cabeza en una bandeja y se la dio a la muchacha; y la muchacha se la dio a su madre.

En el poder civil, representado por <<el rey>>, hay un resto de humanidad, tiene sentimientos, ya demostrados en el trato que tenía antes con Juan (6,20). Estimaba a Juan y sentía temor de él, sabiendo que era hombre justo y santo, por eso lo tenía protegido de las insidias de Herodías. Sabe, pues, que lo que le piden no es sólo una injusticia, sino un desprecio de Dios. Ha fracasado su protección. Herodías, en cambio, es insensible.

Herodes no quiere desairar a la joven, por los juramentos pronunciados ante los convidados: un rey no puede quedar en mal lugar, perdería su prestigio. Por encima de los sentimientos personales, como hombre, están sus intereses como rey. Si quisiera podría retractarse de su juramento, pero quiere mantener el prestigio del poder, máximo valor, aunque traicione a su propia conciencia. La vida del justo pasa a segundo término; lo que establece el rey, aunque sea un capricho, se debe cumplir. Hay que mantener la fachada de la omnipotencia.

Ninguna reacción por parte de los invitados: obsequiosidad total; al rey le está permitido todo, incluso matar. Es dueño de la vida de los súbditos.

El rey da la orden y un subordinado la ejecuta. Obediencia muda del guardia. Juan sigue en la cárcel, donde estaba desde el principio (6,17); allí es decapitado. La cabeza pasa a la joven, destinataria de la promesa-juramento. La orden se ha cumplido tal como lo exigió ella (en una bandeja>>); pero la hija es sólo intermediaria. El relato se precipita: ya no se dice que la joven salga con la bandeja a encontrar a la madre. Da la cabeza a la madre, quedándose sin nada. Herodías consigue su propósito.

LA BIBLIA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

APÉNDICES - MARCOS

El final abrupto de Mc y la omisión de toda aparición del Resucitado a sus discípulos dio pie, ya en el siglo II, a la adición de apéndices ...