Como se había hecho ya tarde se le acercaron sus discípulos y le dijeron: <<El lugar es un despoblado y es ya tarde; despídelos que vayan a los caseríos y aldeas de alrededor y se compren de comer>>.
No se ha indicado el momento en que Jesús empezó a enseñar, pero sí se dice que su enseñanza se prolonga hasta <<ya tarde>>. Es tanto lo que tiene que comunicar a la gente, que la hora no cuenta. Tampoco la gente parece hacer caso del tiempo que ha pasado.
Ante el dilatarse de la enseñanza, los discípulos la interrumpen. Al decir <<se le acercaron>> indica Mc que estaban lejos de Jesús, es decir, que <<no estaban con él>> (cf. 3,14). Narrativamente, habría parecido natural que estuviesen a su alrededor escuchando también ellos la enseñanza; sin embargo, no ha sido así. De esta manera figurada señala Mc su falta de adhesión: no escuchan a Jesús ni están interesados en lo que dice; se acercan sólo para interrumpirlo.
Dan los motivos de la interrupción: que el lugar es un despoblado, un desierto y que es ya tarde; es tiempo de terminar la enseñanza y ponerse a comer. No tienen en gran estima la labor de Jesús con la gente. Quieren que la multitud vaya, antes de que sea demasiado tarde, a lugares (caseríos y aldeas) donde pueda comprar aliento. Mostrando su insolidaridad, se desentienden de ella (<<despídelos>>).
No tienen más horizonte que el de la comida material. Muestran así la pobreza de su programa y su carencia de alternativa. Por otra parte, no se ha señalado que la multitud tuviera hambre o estuviera pasando necesidad. No esperaba alimento de Jesús. Dado el doble sentido del alimento, enseñanza y comida, Mc indica así que esta multitud, que sigue a los discípulos, estaba satisfecha con el mensaje que ellos han propuesto, el de la renovación de Israel. De hecho, no han ido en busca de Jesús, sino del grupo. Jesús ha tenido que tomar la iniciativa y ponerse a enseñar, aunque no se lo pedían.
El <<despoblado>> (lugar desierto), en el lenguaje figurado de Mc, indica la ruptura con la sociedad opresora, es el lugar del éxodo (1,35 Lect.). Los discípulos quieren persuadir a Jesús de que deje de enseñar (dar el pan del mensaje) para que la gente vaya a los lugares poblados (sociedad) a buscar el pan material. Pero, como va a demostrarlo con su acción, para Jesús ambos panes son inseparables.
La observación <<es ya tarde>> es casi un reproche a Jesús por su imprevisión. No lo consultan ni le preguntan cuáles son sus planes; al contrario, le dan una orden, le dicen lo que tiene que hacer: <<despídelos>>, como si se arrogaran autoridad sobre él; intentan forzarlo, levan la iniciativa, como cuando la travesía a Gerasa ( 4,35-37 Lect.).
No están preocupados por sí mismos: no proponen ir a comprar para ellos, lo que indica que han llevado provisiones y tienen de comer. Quieren que la multitud abandone el lugar desierto y vuelva a la sociedad insolidaria, donde cada cual debe procurarse el sustento sin tener en cuenta a los demás (<<que e compren de comer>>).
Los discípulos no preguntan a Jesús que conviene hacer en esta situación. La solución que proponen es individualista. Se manifiesta en el egoísmo del grupo: ellos tienen para comer, que cada cual se agencie <<su>> pan. Muestran que no son <<pastores>>; se desinteresan del pueblo, como los dirigentes. No tienen nada que ofrecer.
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