Él les repuso: <<¿Cuántos panes tenéis? Id a ver>>. Cuando lo averiguaron, le dijeron: <<Cinco, y dos peces>>.
<<Dar>> significa ofrecer y compartir y está en relación con <<tener>>; se da o se comparte lo que uno posee. Por eso Jesús les pregunta por el número de panes disponible. El grupo posee panes que no ha podido obtener en el despoblado; los han traído del lugar donde antes estaban, pero no se les ocurre compartirlos. Jesús, que no tiene parte en este egoísmo colectivo, se excluye del grupo (no dice <<tenemos>>, sino <<tenéis>>). Los discípulos no están preocupados por su propia subsistencia, pero no saben siquiera el pan que tienen.
Las palabras de Jesús <<id a ver>>, que sugieren que los discípulos tienen que alejarse para saber de cuántos panes disponen, están en relación con el <<acercarse>> de antes para interrumpir la enseñanza. Los panes que ellos tienen no sólo no son de Jesús (<<tenéis>>), sino que están lejos de él; son panes no solidarios, que no están a disposición de la gente.
Entra aquí el doble sentido del pan, el material y el figurado, el pan-doctrina. Es decir, en la pregunta de Jesús, <<¿Cuántos panes tenéis?>>, está implicado un segundo sentido: ¿qué mensaje tenéis que ofrecer? Ellos, que no han escuchado la enseñanza de Jesús, cuando fueron enviados propusieron la suya (6,30), la del nacionalismo y la reforma de las instituciones, con Jesús como líder. Pero no han reflexionado sobre el origen de esa enseñanza y tienen que caer en la cuenta de él (<<id a ver>>).
El número <<cinco>> de los panes alude a los libros de Moisés, a los que se llamaba <<la Ley>>. La pregunta de Jesús hace que los discípulos constaten que el mensaje que proponen está en la línea de la Ley, conforme a los principios del judaísmo. No han aceptado la novedad de Jesús, no ven en él al Mesías.
No contestan sólo sobre el pan que tienen, añaden otra información: tienen además dos peces. La suma de cinco más dos, siete, es el número que expresa totalidad; Mc usa este artificio literario para indicar que Jesús va a disponer de todo el alimento que tiene el grupo, aunque dándole un nuevo sentido. Esto coincide con el significado antes señalado del verbo <<enseñar>> en Mc, que indica la exposición del mensaje a un auditorio judío tomando pie de pasajes del AT, para desarrollarlos, corregirlos o rechazarlos.
La comida cotidiana de los pobres era pan y sal, el pescado se comía en ocasiones especiales. Lo que Jesús va a ofrecer puede llamarse un banquete de pobres.
El lugar desierto o despoblado, unido al tema del pan (maná), pone el relato en clave de éxodo. En el primer éxodo, Dios alimentó al pueblo en el desierto; en éste, Jesús va a alimentar a la multitud en el lugar desierto (despoblado). Dado que en el judaísmo de la época se pensaba que el Mesías había de realizar el éxodo o liberación definitiva, se entiende que en el episodio de los panes Jesús pretende darse a conocer como Mesías, tanto a los discípulos como a la multitud, y explicarles el modo como ha de efectuarse la liberación. Mc no relata, por tanto, un suceso ocasional, sino que pretende exponer el programa mesiánico de Jesús.
De ahí la unión del tema de la enseñanza (pan figurado) con el reparto del pan (pan real). Ambos temas son complementarios: la solidaridad demostrada en el reparto del pan es el núcleo del mensaje liberador.
La alusión a la Ley, incluida en el número cinco, indica que Jesús va a proponer las normas de conducta que darán su identidad al nuevo Israel.
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