... a eso del último cuarto de la noche fue hacia ellos andando sobre el mar, con intención de pasar a su lado.
Había dos maneras de dividir la noche: una, propia de los judíos y de los griegos, la dividía en tres partes; la otra, propia de los romanos, la dividía en cuatro (cf. 13,35). Al señalar Mc que Jesús se acerca a los discípulos <<a eso del último cuarto de la noche>>, está usando la división romana. Este dato, narrativamente superfluo (bastaba decir, <<al final de la noche>>, <<en la madrugada>> o cosa similar), pone la escena en el contexto de la misión pagana, en consonancia con el destino señalado por Jesús, Betsaida.
En el AT, <<caminar sobre el mar>> se consideraba propio y exclusivo de Dios (Job 9,8 LXX: <<Sólo él ha extendido los cielos y camina sobre el mar como en tierra firme>>; cf. Sal 77/76,19 LXX: <<Tu camino está en el mar y tus sendas en el océano; tus huellas no pueden conocerse>>). Jesús va a mostrar su condición divina a los discípulos, buscando que éstos salgan de una vez de las categorías del judaísmo y acepten su mensaje. A la autoridad divina que ellos atribuyen a las enseñanzas que han recibido en la sinagoga y a los ideales judíos, va a oponer Jesús la verdadera autoridad divina, la suya, para ver si logra hacerles aceptar el designio universal de Dios. Éste ha sido el contenido de su oración en <<el monte>> (6,46). Jesús desea que <<los que él quería>> (3,13) comprendan el secreto del reinado de Dios (4,11).
Jesús <<fue hacia ellos>>. El presente histórico que usa el evangelista (lit. <<va hacia ellos>>) indica que Jesús no abandona a los seguidores que, aferrados a determinadas ideologías, no llegan a admitir la autoridad divina de su mensaje; como signo de su amor, en toda época estará dispuesto a dar pruebas de su calidad de Hombre-Dios.
La frase siguiente: <<con intención de pasar a su lado>>, inspirada en Éx 34,6: <<y el Señor pasó ante él (Moisés)>>, subraya el carácter divino de la manifestación de Jesús. Pero hay una diferencia: en Éx 33,22 se expone anticipadamente cómo va a producirse la manifestación de Dios a Moisés: <<Cuando pase mi gloria te meteré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi palma hasta que haya pasado; cuando retire la mano podrás ver mi espalda, pero mi rostro no lo verás>>. Es decir, la revelación de Dios a Moisés fue parcial, pues le ocultó su rostro; aquí Jesús no va a ocultarse de los discípulos, quiere que lo ven pasar y que la manifestación sea completa.
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