Reaccionó ella diciendo: <<Señor, también los perrillos debajo de la mesa comen de las migajas que dejan caer los chiquillos>>.
La mujer no se marcha al oír la frase despectiva: su necesidad es superior a su orgullo. <<Señor>> es título de respeto, no término teológico. La que representa a la clase dominante, reconoce la superioridad personal de Jesús, un judío, y lo considera más capaz que ella misma para remediar la situación. Reconoce también la superioridad de los judíos sobre los paganos expresada por Jesús en su dicho; admite que no es su igual. No pone en duda el principio de que hay superiores e inferiores.
La respuesta que da es brillante: amplía la metáfora utilizada por Jesús añadiendo el elemento <<migajas>> y subraya la cercanía de los perrillos, aunque también su inferioridad, colocándolos bajo la mesa. Las migajas caen a los perrillos, que así se alimentan al mismo tiempo que los hijos; no hay un antes y un después. La descripción de la mujer no presupone que los chiquillos se sacien: mientras ellos comen, comen también los animales. Invalida así el <<deja primero que sacien los hijos>> de Jesús. La frase de la mujer: <<también los perrillos comen>> no es una petición, sino una afirmación. Al dicho de Jesús opone un hecho de la vida real: <<los perrillos>> son de la casa y algo les llega.
Jesús ha hablado de <<hijos>> (tekna); ella habla de <<chiquillos>> (paidia). El cambio indica que la mujer ha comprendido el doble plano del dicho de Jesús: ella pertenece a la clase de los que están en la mesa, pero, no siendo judía, no se atreve a llamarse <<hija>>. Jesús ha propuesto el caso judíos-paganos (<<hijos-perrillos>>); ella capta la alusión y aplica el dicho al caso amos-siervos (<<chiquillos-perrillos).
Reivindica el derecho de los perrillos, aunque tan sólo en un mínimo. No hay que echarles los panes, comen lo que cae de la mesa, las migajas, parte ínfima del alimento que no se valora, pero con la que pueden vivir. A lo que ha dicho Jesús opone la mujer su reconocimiento del derecho elemental de los oprimidos a la vida.
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