A los seis días...
La expresión <<a los seis días>> sorprende por su precisión, dado que en las escenas precedentes no se ha señalado datación alguna. Sin embargo, en la predicción anterior de la muerte-resurrección aparece una fórmula semejante: <<a los tres días resucitar>> (8,31). Conviene, por tanto, comparar esta y otras fórmulas del mismo estilo, para aclarar el sentido de la expresión.
La fórmula <<a los tres días>> se encuentra tres veces en el evangelio, referida a la resurrección (8,31; 9,31; 10,34). Otra semejante, <<a los dos días>> (14,1), indica el intervalo entre la decisión de dar muerte a Jesús y la Pascua.
Esta última datación: <<a los dos días era la Pascua>> (14,1), señala el rechazo definitivo de Jesús por parte de las autoridades judías: <<Buscaban los sumos sacerdotes y los letrados cómo, prendiéndolo a traición, darle muerte>>, y corresponde a lo anunciado en 8,31: <<siendo rechazado por los senadores, los sumos sacerdotes y los letrados>>. Esto sucede dos días antes de la Pascua, día de la muerte de Jesús, que Mc identifica con aquel en que se sacrificaba el cordero pascual, es decir, de hecho, la vigilia de Pascua (cf. 14,12).
Combinando estas dataciones, los dos días desde la decisión de prender a Jesús a su muerte, el día de la muerte de Jesús (vigilia de Pascua) y los tres día desde la muerte a la resurrección, el cómputo es claro: pasan seis días (2 + 1 + 3) entre el rechazo y la resurrección, y este número <<seis días>> es precisamente el que data la transfiguración. Ésta va a describir, por tanto, la condición del Hijo del hombre resucitado; además, por ser el día sexto el de la creación del hombre (Gn 1,26-32), esa condición gloriosa representa la culminación de la obra creadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario