domingo, 2 de junio de 2024

Mc 13,8

 <<Es decir, se levantará nación contra nación y reino contra reino, habrá terremotos en diversos lugares, habrá hambres: eso es el principio de los dolores>>.

Esta nueva serie de calamidades indica un estado de guerra (se levantará), que es la causa de las batallas mencionadas antes (episodios de la guerra); por otra parte describe una situación de desastre (terremotos, hambres).

La guerra empezará por iniciativa de una nación o reino contra la nación judía, llamada también reino. Nación contra nación remite al plano étnico, social; reino contra reino, la plano de la organización, institucional. Pueden así designar la misma realidad. Esta identificación indica que la hostilidad existe no sólo a nivel de dirigentes, sino también a nivel de pueblos.

Los terremotos, en sentido figurado (cf. Jl 2,10; Jr 49,20ss; 51,28ss), expresan la violencia de la invasión, que aparece como un fenómeno irresistible, fuera del control de las fuerzas humanas, así como su rapidez y el terror que produce. La pluralidad de terremotos corresponde a la pluralidad de "batallas" en v. 7. Las hambres, por el número plural, se asimilan a los terremotos y pueden expresar la estela que va dejando tras de sí la invasión.

Jesús propone su propia interpretación de los hechos: los inevitables sucesos (tiene que suceder) que los discípulos interpretan erróneamente como "fin", inauguran, por el contrario, una época de dolores. Lo característico de este principio es que son "los dolores de parto" de la humanidad nueva.

El principio de los dolores engloba todo el período que culmina entre la destrucción del templo. Éste representa, pues, el comienzo de una serie de aflicciones orientas hacia "el fin", que no será un mero final, sino la culminación de un proceso de gestación significado por la metáfora del parto. La salvación no se realizará por un cambio brusco de la situación, sino por una maduración lenta, por un proceso de desarrollo.

Es decir, a partir de la caída de Jerusalén, el proceso histórico queda orientado hacia el fin. La identificación de esta ruina con "el principio de los dolores" introduce un horizonte de esperanza más allá del desastre de la nación judía. Dentro de la historia de la humanidad, que comenzó con un "principio", el de la creación (13,19), se inserta otro "principio", que da comienzo a su período último. El nuevo principio introduce en la historia un dinamismo que ha de culminar en "el fin", que afectará a la humanidad entera.

LA BIBLIA

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