Era media mañana cuando lo crucificaron.
Empieza el cómputo de las horas que jalonan este día, que había comenzado con la entrega de Jesús a Pilato (15,1). Mc sitúa la crucifixión a media mañana, es decir, según el modo de contar antiguo, a <<la hora tercia>>, tres horas después de la salida del sol.
Nunca aparece en el AT este modo de designar las horas ("tercia", "sexta" y "nona"). Era en las ciudades del imperio donde, en el foro, a son de campana, se señalaban estos momentos, para informar a los ciudadanos del progreso del día. Mc saca así la crucifixión y muerte de Jesús fuera del ámbito judío, para insertarlas de modo solemne en un contexto universal. Lo que sucede con "el rey de los judíos" resuena y ha de ser conocido en el mundo entero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario