miércoles, 14 de agosto de 2024

Mc 16,4

 Levantando la vista observaron que la losa estaba corrida (y era extraordinariamente grande).

Hasta entonces, ocupadas en la consideración de su impotencia, encerradas en sí mismas, no habían percibido la realidad. En cuanto amplían su horizonte (levantando la vista) se dan cuenta de que su problema no tenía fundamento. La losa está corrida. No hace falta señalar quién lo ha hecho. El mundo nuevo está ya presente.

Pero las mujeres no comprenden lo que esto significa. Por eso emplea de nuevo Mc el verbo "observar" (gr. theoreô), usado anteriormente para indicar la visión externa que tienen las mujeres de la muerte de Jesús en la cruz (15,40) y de su sepultura (15,47). Se quedan otra vez en la contemplación exterior (observaron), pero sin penetrar en el sentido de lo que ven.

En realidad, después de los reiterados anuncios de Jesús sobre su pasión, muerte y resurrección (8,31; 9,31; 10,33-34), el sepulcro debería haber estado siempre abierto para sus seguidores. La muerte no habría debido significar para ellos la cesación de la vida. Esto confirma que la forma como estas mujeres han seguido a Jesús no era la correcta (15,41a).

La losa está corrida, no hay separación entre la vida y la muerte. El sepulcro no es una prisión; la muerte no es un estado definitivo. No hay dos mundos, uno el de los vivos y otro el de los muertos; el abismo que entre ellos establecemos los seres humanos, no existe para Dios. La vida que él nos da, no se interrumpe con la muerte.

El sentido simbólico de la losa, junto con el de cerrar-abrir, correr-descorrer, está indicado por el nuevo dato de la magnitud de la misma (era extraordinariamente grande). Nada de esto se dijo en el momento de la sepultura de Jesús (15,46). José de Arimatea no tuvo dificultad en cerrar el sepulcro, porque es fácil pensar que la muerte vence a la vida; pero para las mujeres sería imposible abrirlo, pues ni siquiera les pasa por la cabeza que la vida pueda vencer a la muerte.

Extrañamente, no hay reacción de las mujeres ante la losa corrida. No se dan cuenta de su significado. Sólo piensan en que ahora les es posible llegar sin dificultad hasta el cuerpo de Jesús.

LA BIBLIA

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